Fueron comienzos muy difíciles sobre todo para una incipiente y pequeña empresa que buscaba posicionarse en un mercado tan competitivo y desigual como el de las confecciones.

Con la visión segura en lo proyectado, nunca abandonamos nuestros anhelos de consolidación empresarial muy a pesar de las estrecheces tanto económicas como locativas. Inicialmente el negocio abrió sus puertas en una vivienda del municipio de Soledad, luego se trasladó a un local del centro de la ciudad de Barranquilla. La prosperidad se veía venir debido a la calidad de nuestras confecciones lo que se tradujo en permanente demanda y gracias a ese crecimiento, la empresa adquirió la propiedad donde actualmente estamos funcionando.